No puedo evitar haceros participes de la mirada de ingenuidad y de inocencia de Luna...
Miraba a Papa-Noel alucinada y la ilusión y la magia del momento le impide ver, ni siquiera imaginarse quien se esconde detrás de esa barba y ese traje rojo.
Cuando la miro a los ojos me creo que Papa-Noel existe.
Pero que poco dura la inocencia...no os parece?
No hay comentarios:
Publicar un comentario